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miércoles, 17 de julio de 2013

Publican las fotografías que Hitler mandó destruír

Fotografía de Adolf Hitler tomada por Heinrich Hoffmann.


Adolf Hitler no dejaba nada librado al azar. Si bien era un creyente empedernido en el destino y creía que todo lo que hacía y decía era guiado por la providencia, había aspectos de su vida que se preocupaba en cuidar y acomodar según sus necesidades y conveniencias. Su famosa (¿y por qué no decirlo? memorable) oratoria, sanguínea, violenta y con ciertos ribetes histriónicos ha sido verdadera marca registrada para el dictador desde sus comienzos en la vida pública. Esa misma (casi inigualable) capacidad de enfrentar a las multitudes y hablar hasta llegar a conmoverlos y (lamentablemente) convencerlos era cuidada de manera muy especial por el Führer alemán del Tercer Reich y eso mismo se encargó de capturar con su cámara el fotógrafo personal de Hitler, Heinrich Hoffmann (fotógrafo que además le presentó a Eva Braun).
Hitler era un férreo dictador hasta en el estudio fotográfico de Hoffmann y no dejaba escapar oportunidad de mandonearlo mientras le indicaba qué fotografías suyas (de Hitler) Hoffmann debía arrojar al cesto de resíduos. Hoffmann ha retratado a Hitler en la intimidad de su estudio desde el comienzo de su relación y amistad y así las cosas fue el legendario fotógrafo quien se encargó de capturar para la posteridad las imágenes de un Hitler que ensayaba como un verdadero actor de cine todos y cada uno de sus movimientos para que nada escapara de la cárcel de sus planes.

Fotografía de Adolf Hitler tomada por Heinrich Hoffmann.


Hoffmann retrató en innumerable cantidad de oportunidades a un Hitler que en la intimidad de su estudio practicaba y buscaba mejorar su técnica retórica, pero cada vez que el dictador se daba cuenta de las tomas que había realizado Hoffmann le ordenaba que destruyera los negativos y nunca, jamás, los revelara ni los mostrara a nadie. Afortunadamente Hoffmann no le hacía caso y así fue que logró poner a resguardo la mayoría de aquellos famosos negativos y de una manera parcial los publicó en su libro de 1955 "Yo fui amigo de Hitler", en el cual contaba sus experiencias junto al tirano.
Esas fotos que Hitler no quería ni ver fueron conservadas en el estudio de Heinrich Hoffmann hasta que finalmente fue detenido tras la finalización de la segunda guerra mundial. Como en tantas otras oportunidades, quienes se encargaron de detener al fotógrafo (las fuerzas armadas de los Estados Unidos) también se tomaron el "trabajo" y el tiempo para quedarse con los negativos de las sesiones fotogáficas de Hitler. Hoffmann fue condenado a diez años de prisión acusado de participar en diferentes actividades pro-nazis. El material fotográfico permaneció perdido u oculto durante décadas y ahora se han dado a conocer algunas de aquellas inéditas imágenes.

Fotografía de Adolf Hitler tomada por Heinrich Hoffmann.


Decía Hoffmann en el prólogo de su libro: ""Adolf Hitler parece un bufón en algunas de las fotos, pero ésto demuestra que él estaba experimentando con su imagen. Es decir, Hitler fue un político muy moderno para su época".
A casi 70 años de haberse tomado aquellas primeras imágenes de un Hitler ensayando sus palabras y movimientos en la soledad de un estudio fotográfico, a pesar del largo tiempo transcurrido y las insistentes órdenes cerradas de parte de Hitler y los intentos de destruír el material o (inclusive) robarse los negativos originales, las imágenes vuelven a cobrar vida ganándole una desigual pulseada a la barbarie que también pretendió avanzar sobre el trabajo de un artista.

REFERENCIAS:
- "Yo fui amigo de Hitler" (Heinrich Hoffmann - Ediciones Sieghels) 1955
- Actualidad RT.com
- Fotografías: Heinrich Hoffmann