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domingo, 29 de julio de 2012

El misterioso visitante del Gran Hotel Viena

El Gran Hotel Viena, a orillas de la laguna de Mar Chiquita en la localidad de Miramar, en Córdoba (Argentina) soportó el paso del tiempo y hasta una violenta inundación en 1977. Pero su historia es mucho más interesante si regresamos el tiempo mucho más atrás y nos trasladamos a 1945, momento en el cual fue visitado por un conspícuo y extraño personaje alemán venido desde tierras muy lejanas.

El Gran Hotel Viena en estado de abandono.


Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, los rumores sobre el escape de los criminales de guerra nazis hacia diferentes partes del mundo, las leyendas sobre la vida en el exilio bajo identidades falsas y el misterio sobre la nueva vida de muchos de los principales jerarcas del Tercer Reich, crecieron de manera asombrosa. Pero muchas veces (la mayoría de ellas) las leyendas y los rumores muy lejos estaban de serlo, transformándose de manera espeluznante en concreta realidad.
Adolf Hitler ha sido, seguramente, uno de esos nefastos personajes sobre el que más historias se han contado al respecto. Su muerte en el bunker de Berlín tras la entrada de los rusos a la capital del Reich se va desdibujando cada día más y así las cosas, no son pocos los que aseguran tener algo para decir sobre su nueva vida en algún remoto lugar del planeta.
Argentina ha sido gran receptora (y de muy buen grado, por cierto, dadas ciertas circunstancias político / militares en su momento) de jerarcas nazis y Hitler ha sido sin dudas uno de ellos...
La llegada de Hitler a la Argentina es aún objeto de minuciosas investigaciones y no son pocos los datos que aportan algo de luz acerca de la presencia del sangriento Fuhrer alemán en tierras argentinas. La Patagonia es uno de los lugares que sirvieron de escenario para la "segunda vida" de Hitler, pero no fue el único lugar y es allí donde debe tenerse en cuenta a la provincia de Córdoba, en la zona central de la Argentina. Bien conocidos son los rumores (y algo más) sobre la presencia de Hitler en el Edén Hotel, ubicado en La Falda, localidad de la mediterránea provincia argentina, pero algo no tan difundida es la historia que lo relaciona directamente con el misterioso Gran Hotel Viena, ubicado en la localidad de Miramar (provincia de Córdoba, Argentina) a orillas de la Laguna de Mar Chiquita.

La familia Pahlke.


Este hotel fue construído entre 1940 y 1945 por Máximo Pahlke, jefe de una tradicional familia alemana afianzada en la zona tras deambular por Europa en busca del remedio para la frágil salud de uno de sus hijos. Ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, los Pahlke llegaron a la Argentina (se habían casado en Uruguay) y Córdoba fue el lugar elegido para residir. Los Pahlke creyeron encontrar en Miramar la cura a los males de uno de sus pequeños hijos (se los solía ver dándose baños de barro a orillas de la laguna) y todo parece indicar que allí encontraron el aire y la atmósfera propicios para lograr sus cometidos.

Baños de lodo en Mar Chiquita. Máximo Pahlke.

Postal del Gran Hotel Viena (Circa 1945).


Máximo Pahlke construyó el Gran Hotel Viena y le dio una categoría de 5 estrellas, contrastando notablemente con el resto del relativamente sencillo poblado que lo rodeaba. Por aquellos años, Miramar, era una pequeña localidad de apenas 1.600 habitantes, por lo que los secretos no eran fáciles de guardar. Cada nuevo visitante, cada nueva cara, era detectada de inmediato y es así que rápidamente, hacia mediados y finales de 1945, comenzó a escucharse hablar mucho sobre un recién llegado que no dejó de captar la atención de los lugareños.

Al hombre se lo podía ver haciendo sus caminatas (no con poca dificultad física) a orillas de la laguna. Boina bien calzada, sobretodo largo y unos razgos que a más de uno les resultaban conocidos... Los comentarios sobre ese hombre se propagaron velozmente entre los lugareños y casi todos eran coincidentes. Nunca le tomaron una fotografía, pero todos hablaban de lo mismo. Todos hablaban y murmuraban por lo bajo esgrimiendo los más variados argumentos sobre esa presencia misteriosa.

Como siempre sucede en estos casos, aprecieron aquellos que casi todo lo sabían sobre ese hombre que caminaba con tanta dificultad, cubierto por sus abrigos. Habría llegado desde la Patagonia y tras una corta estancia en el Edén Hotel de la familia Eichhorn en La Falda, se había trasladado hasta la conocida laguna cordobesa: ese hombre misterioso sería, ni más ni menos que, el mismísimo Adolf Hitler.
La leyenda y el fantasma del extraño visitante siguen dando vueltas por allí...

jueves, 3 de mayo de 2012

Los nazis siguen en Bariloche


Bariloche, Argentina, provincia patagónica de Río Negro, una ciudad maravillosa y llena de sorpresas que, lamentablemente, no siempre vienen de la mano de los paisajes naturales bellos como pocos en el mundo. Esa belleza contrasta enormemente con la "fama" que se ha hecho (o ganado) la ciudad del sur de Argentina. Desde hace muchos años, décadas enteras, el fantasma (y algo más) de muchos jerarcas, adeptos, simpatizantes y seguidores del régimen nazi ha sobrevolado el ambiente del lugar y no siempre se le ha dado debido crédito a las historias y relatos (más allá de las pruebas contundentes) que dan cuenta de la concreta presencia de gente de esa calaña en Bariloche y sus alrededores.

La foto de este post sigue siendo lamentablemente un frío testigo de la simpatía que reina en esa hermosa ciudad turística de Argentina por la ideología que tanto daño le ha hecho a la humanidad. No hay que ser un genio ni un adivino para advertir el diseño que se forma en el centro de ese emplazamiento en la "Galería del Sol" en pleno centro de la ciudad ... El mensaje parece muy claro: ahí estuvieron... y ahí están.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Buenos Aires, 1938: el mayor acto nazi fuera de Alemania celebrando la anexión de Austria al Tercer Reich


Tras el ataque de la Alemania nazi provocando la anexión de Austria al Tercer Reich, el 12 de marzo de 1938, las reacciones en Argentina no se hicieron esperar. Los hitleristas nazis (entre los que había alemanes y austríacos argentinos) identificados como el "Landesgruppe" se congregaron en el Club Alemán de Buenos Aires (Argentina), donde reunieron a 3.500 personas, con la intención de sumar a los simpatizantes del Nacional Socialismo vernáculo al plebiscito organizado por Adolf Hitler para avalar la anexión austríaca al Tercer Reich (Anschluss). No lo lograron, pero siguieron con sus intentos y finalmente sorprendieron al mundo con un impresionante acto celebrado en el Luna Park de Buenos Aires, uno de los centros de reunión más importantes (incluso hoy en día) de la Argentina.
El hecho tuvo lugar en el emblemático lugar de la Capital Federal el 10 de abril de 1938, contándose la asistencia de 20.000 personas con gran despliegue de banderas argentinas y emblemas del Tercer Reich con cruces esvásticas y estandartes, en el que fue el mayor acto celebrado por el nazismo fuera de las fronteras de Alemania en toda su historia.


Al acto nazi asistieron en aquella (tristemente célebre) jornada, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires; Manuel A. Fresco y el ministro de gobierno, Roberto J. Noble, quien en 1945 sería el fundador del Diario "Clarín". Fresco y Noble eran notables simpatizantes del nazismo y las potencias que conformaban el Eje y entre sus más destacadas acciones de gobierno se destaca la clausura en 1937 de las escuelas obreras judías existentes a lo largo y a lo ancho de la provincia de Buenos Aires. Por otro lado, tanto Fresco como Noble eran quienes más apoyaban a los grupos de choque fascistas que merodeaban por la Capital Federal en zonas de alta población judía.

Las fotos de la época son por demás elocuentes. El inmenso lugar, en pleno Buenos Aires, y a la vista de todos, "vestido de fiesta nazi" provocadora, insensible y repugnante.



domingo, 19 de febrero de 2012

Los Marines de Estados Unidos, la Triple Frontera, las reservas energéticas bolivianas y el Acuífero Guaraní


En Sudamérica no nos habíamos dado cuenta. Necesitábamos, casi como quien no quiere la cosa, que los Marines norteamericanos lleguen hasta la Triple Frontera (entre Argentina, Brasil y Paraguay) esgrimiendo, además de su arsenal, los mismos (no tan) viejos argumentos: ayuda humanitaria y entrenamiento en la lucha contra el terrorismo. Las tropas norteamericanas, con una avanzada inicial de 400 hombres, están en la región del Chaco,Paraguay, desde 2.005 instaladas en una base que llega a albergar sin drama a 16.000 efectivos. George W. Bush consiguió que desde ese año, Estados Unidos tenga absoluta libertad e impunidad para permanecer y accionar en territorio paraguayo por parte de sus destacamentos militares. Estados Unidos tenía autorización para permanecer allí (tan cerca de las reservas energéticas de Bolivia, la Triple Frontera y, por supuesto, el Acuífero Guaraní) hasta diciembre de 2006, plazo que además se actualizó automáticamente.
Estados Unidos logró además que Paraguay renuncie a la potestad de investigar delitos que puedan llegar a cometer sus soldados. Paraguay tampoco podrá, llegado el caso, demandar a Washington ante la Corte Penal Internacional (CPI). Lo particular del caso es que la impunidad norteamericana lograda a cambio de amenazas contra Paraguay y no pocas falsas promesas, tiene su origen en un informe de la CIA al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, en el cual se revelaba lo siguiente: El Servicio Clandestino de la CIA es la única dependencia de la Comunidad de Inteligencia (léase: el gobierno norteamericano) donde cientos y cientos de empleados son conducidos o inducidos cada día a transgredir gravemente las leyes de diferentes países del mundo. De este informe se desprende además que unas 100 mil acciones al año a cargo de personal del Departamento de Operaciones, son relativas a actividades fuera de la ley.

Estados Unidos ha puesto sigilosamente sus pies en Sudamérica con impunidad absoluta (avalada por un país de la zona) y una excusa poco creíble a esta altura del partido, mientras que en realidad sólo llegan por un motivo: las reservas naturales de la región.

La historia es simple: el Acuífero Guaraní es una formación geológica con reservas naturales de agua dulce que la ubican como la tercera más grande del planeta. El 25% del agua dulce del mundo entero, está en el Acuífero Guaraní (que abarca parte de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay); mientras que tan sólo el 6% de la población mundial ocupa ese territorio. De modo que la cuenta es simple: el 25% del agua dulce mundial en un territorio ocupado por (apenas) el 6% de la población mundial, o sea que según ellos, el agua en esta parte del mundo, sobra.

Estados Unidos lo sabe muy bien y algunos países sudamericanos, no: la guerra hasta ahora ha sido por el petróleo, el "oro negro", pero a partir de ahora será por el agua, a quien no pocos ya identifican claramente como el "oro azul". Si las leyes y las normas por esta parte del mundo se lo permiten con alarmante facilidad y si a eso se le suma la tradicional habilidad que Estados Unidos tiene para encontrar motivos intervencionistas, incluso esgrimiendo argumentos preventivos, en diferentes partes del mundo, el combo es explosivo: Estados Unidos ya ha llegado a Sudamérica para llevarse el agua, mientras por este lado del planeta seguimos tratando de darle, en la zona referida, inadecuada lucha al dengue en pleno siglo XXI.
Tal vez los Marines nos ayuden...