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jueves, 26 de julio de 2012

Albert Günther Göring: víctima de los Aliados y de los nazis

LA HISTORIA DE ALBERT GÜNHER GÖRING NO ES UNA MAS. ESTE HOMBRE ERA HERMANO DE HERMANN GÖRING Y TUVO QUE PENAR Y SUFRIR TODA SU VIDA PARA QUE LE CREAN QUE LEJOS, MUY LEJOS, ESTABA DE COMPARTIR LAS IDEAS Y ACCIONAR DE SU NEFASTO HERMANO. NUNCA LO LOGRO. AQUI SU HSITORIA.

Albert Günther Göring

Cuando los aliados lo descubrieron, las cosas no le fueron nada sencillas. Corría el mes de septiembre de 1945 y los interrogadores norteamericanos descreyeron una y otra vez de sus palabras. Se trataba, según ellos, de un farsante que tan sólo estaba tratando de lavar sus culpas, de desligarse de su historia nazi, para caer bien parado en los tiempos de pos-guerra. Los integrantes del "Seventh Army Interrogation Center" encararon a Albert Günther Göring y tras su declaración, declararon públicamente que el descaro de Albert Günther Göring sólamente era comparable a la enorme masa muscular de su hermano, el nefasto jefe de la Luftwaffe, el mismísimo Hermann Göring, nazi hasta la médula.
La "portación de apellido" no lo ayudaba en absoluto, pero este hombre decía la verdad tras ser detenido por los aliados. Albert Günther Göring negó sistemáticamente su pasado nazi (de hecho no lo era...), negó también el haber sido responsable de actos criminales durante la segunda guerra mundial y exhibió además, cada vez que tuvo la oportunidad, una lista (real y verdadera) de unos 34 judíos y perseguidos políticos a quienes les salvó la vida. Su situación era desesperante tras caer en manos de los norteamericanos que lo interrogaban buscando que dijera lo que en realidad no tenía por qué decir...

La llegada al poder de Hitler y el nazismo, significaron el comienzo de sus concretas actividades anti nazis. Albert Göring se opuso sistemáticamente al cierre de la Escuela de Bauhaus en 1933, como así también hizo escuchar su voz contraria a que mujeres judías limpiaran los bancos del lugar (únicamente por ser judías, claro...). Por este tipo de cosas fue apresado por las SS. Para evitar un escándalo con su hermano, rápidamente fue liberado, pero a Hitler "nunca le cerró" su accionar y lo detuvo nuevamente en la prisión de Viena. En 1943, firmó de su puño y letra pasaportes de familias judías para ayudarlas a escapar. Era, por decirlo de alguna manera, un "tipo molesto" para el régimen. De sobresalto en sobresalto, la vida de Albert Günther Göring logró llegar, de ese modo, a los golpes hasta el final de la guerra.

Hermann y Albert Günther Göring detenidos y Albert tiempos más felices.


En mayo de 1945 el Tercer Reich caía definitivamente y Albert Göring era detenido por los checoslovacos pero muy rápidamente fue puesto en libertad.
Luego, las autoridades de la Ocupación Aliada en Alemania lo llamaron para ser juzgado en Nuremberg. Por supuesto acudió, primeramente, al Juicio de Oswald Pohl, del que resultó absuelto. También fue llamado al Juicio de IG Farben, donde aportó numerosos testimonios (en este caso aportó la famosa lista de 34 personas). También fue absuelto.
Sin embargo, nada le resultaba fácil, todo debido a su apellido y su parentezco con Herman Göring y fue declarado culpable de haber obtenido una ganancia de 7.000 Reichsmarks en la fábrica Skoda con mano de obra esclavizada y condenado a dos años en la prisión estatal de Berlín. De esa cárcel salió en noviembre de 1947 encontrándose con que todos los bienes de la familia Göring habían sido embargados por el gobierno de Alemania Federal (bajo el mando Aliado, claro).

Este hombre siempre fue fiel a sus convicciones y a pesar de las tremendas penurias que debió vivir a causa de su hermano y su apellido, nunca aceptó cambiarse el apellido. La Alemania Occidental "lo abandonó" a su suerte y así las cosas se dedicó a la escritura y al dibujo, pero también se entregó derrumbado y destruído al consumo de alcohol y a su abandono y descuido personal. Su vida fue una auténtica tragedia. Su verdad nunca fue escuchada y, mucho menos, tomada en serio. Murió olvidado el 20 de diciembre de 1966. Tal vez alguien, hoy en día, pueda llegar a creer que era "el Göring bueno". Realmente lo era.